Ha sido una tarde intensa. Al principio hemos decidido, aunque había amenaza de lluvia, que no poníamos la protección, pero justo antes de salir ha empezado a llover y hemos decidido cubrirla para que no se mojara.
Teníamos claro que la lluvia no iba a impedir que la Virgen pasara su primera noche en la Catedral.
La Pamplonesa ha tenido que interpretar “Crucifixius” dentro de San Lorenzo y ha recibido el homenaje de la Hermandad y de la Virgen por su 100 aniversario. Les hemos bailado dentro de la Iglesia. ¡Se lo merecían!
El Traslado nos ha empapado a todos, pero no sólo de agua sino de Amor, de Fe y de cariño a una Madre, la Virgen Dolorosa de Pamplona. El objetivo era claro… aunque caigan chuzos de punta, hoy la Virgen se iba a la Catedral.
¡¡Misión cumplida!! Los hombros de la Hermandad ya te han dejado en la Catedral. La lluvia no ha sido impedimento porque se ha convertido en el ofrecimiento de unos hijos a su Madre por todo lo que Ella les protege.