Parroquia de San Lorenzo

De su conjunto medieval del siglo XIV no hay apenas restos y el elemento arquitectónico más valioso en la actualidad es la capilla de San Fermín.

 

La que fue iglesia-fortaleza se encuentra en uno de los extremos de la calle Mayor con la calle Taconera y formaba parte del sistema defensivo de la ciudad. Del edificio del siglo XIV quedan restos ocultos. La nave actual es de Juan Antonio de Pagola de 1805, es una simple nave neoclásica. La fachada anterior, que era barroca sufrió las bombas disparadas por el general Leopoldo O’Donnell desde la Ciudadela, por lo que fue desmontada y realizada la fachada actual por Florencio de Ansoleaga en 1901. La verticalidad original disminuyó al desaparecer un cuerpo piramidal sobre el de campanas.

 

La capilla de San Fermín, donde se encuentra casi todo el año el santo (copatrón de la Navarra), fue construída por iniciativa del Ayuntamiento según el proyecto de los arquitectos Santiago Raón, fray Juan de Alegría y Martín Zaldúa en 1696, con obras que se prolongaron hasta el 1717. La planta es de cruz griega, orientada hacia el Rincon de la Aduana. Emerge en el crucero una linterna, realizado en ladrillo rojo, con zonas con cerámica de color con el escudo de la ciudad y en contraste con la piedra de la galería de arcos presente en la planta baja. Inicialmente fue barroca, pero en la reforma de Santos Ángel de Ochandátegui de 1797 le dio un ambiente neoclásico. En la restauración de 1989 se buscó volver a la anterior.

 

Horario de misas:

A diario:  8,30 y a las 11 horas. Por la tarde a las 19,30. 

Sábados: misas a las 9.30, a las 11 y a las 18. 

Domingo y festivos a las 9, 11, 12, 13, 18 y 19 horas

Celebración Santo Rosario:  19 horas diario, domingos a las 18.30

 

Iglesia de San Lorenzo:  www.capillasanfermin.com 

El Burgo de San Cernin tenía dos parroquias (San Saturnino y San Lorenzo) debido a la dualidad de pobladores (francos y labradores). Se construyó en 1230; tenía un imponente torreón defensivo de más de 40 metros para proteger el portal de San Lorente (salida del Burgo hacia Puente la Reina y Estella); esta iglesia fue dañada en 1276, por lo que se produce su reconstrucción en el último tercio del s. XIV con estilo gótico cuya entrada principal daba a la calle Mayor y cuyo cementerio y claustro daba al rincón de la Aduana. Tras 1512, quisieron derribar la torre, pero no lo hicieron. Desde 1696 se edifica la capilla barroca de San Fermín, para lo cual derriban el claustro y el cementerio además de otras tres capillas de la iglesia. A mediados del siglo XVIII se construye una puerta inscrita en el lienzo del campanario («Puerta del campo») hecha en mármol, que subsistió hasta la demolición de la torre en 1901. En 1841, tras el bombardeo del General O’Donell, la torre quedó dañada y se rebajó su altura en más de un tercio; pero la torre amenaza ruina y, entre 1901 y 1903, se realiza la nueva fachada.

 

Capilla de San Fermín:

Se levantó entre 1696 y 1717 con piedras de las canteras de Badostáin. De 1800 a 1805 se reedifica la capilla con decoración neoclásica (lo hizo Santos Ochandátegui). Las bóvedas son de medio punto con casetones hexagonales en los que se inscriben florones dorados y sobre el tramo central voltea una cúpula sobre pechinas con 4 medallones enmarcados por una guirnalda que representan a San Fermín, San Francisco Javier, San Saturnino y San Honesto. Las vidrieras con escenas de la vida y martirio de San Fermín fueron hechas por la casa Mayer de Londres y las colocaron en 1886.

 

Imagen de San Fermín:

Es de finales del s. XV; es una imagen relicario, pues en su pecho se guardan algunas reliquias del santo llegadas de Amiens; en su mano izquierda lleva un báculo de plata parcialmente dorada; la mitra es de latón dorado; en 1687, la imagen fue recubierta por una capa pluvial de plata decorada con motivos florales que le regaló el Ayuntamiento (no se le puede ver, porque lleva por encima varias capas bordadas).

 

Vida de San Fermín:

 

Vivió en el s. III y murió el 25 de septiembre del año 303. Según la tradición, el presbítero Honesto llegó a la Pamplona romana enviado por San Saturnino para evangelizarla, convirtiendo al senador Firmo y a toda su familia. Su hijo, Fermín, educado por Honesto, recorrió los pueblos de Navarra predicando hasta que a los 24 años se ordenó como sacerdote. Volvió con Honesto a las Galias y, allí en Toulousse, se consagró como primer obispo de Pamplona. Tras un tiempo de apostolado en Navarra, fue a Francia y allí predicó el cristianismo; fue perseguido en Aquitania y Auvernia; fue a Amiens (de donde también era obispo) donde logró muchas conversiones y donde le encarcelaron y decapitaron. Su cuerpo fue sepultado en secreto y apareció siglos después prodigiosamente. En 1186, el obispo de Amiens envió al de Pamplona (don Pedro de París) la primera reliquia (un trozo de cráneo). Durante el s. XVI llegaron otras 3 reliquias en 1522, 1569 y 1597, que fueron colocadas en el óvalo del relicario situado en el pecho de la imagen conservada en San Lorenzo. Esta imagen es muy antigua, de madera guarnecida con chapas de plata imitando ropaje episcopal (1687); la peana es también de plata (1736). Hay también otras reliquias del Santo en la Catedral, en la Basílica de San Fermín de Aldapa y, en la Capilla de la Casa Consistorial. San Fermín fue patrono del Reino de Navarra desde una época imprecisa. En 1624 las Cortes declaran por único patrón a San Francisco Javier, lo que trajo consigo una serie de pleitos eclesiásticos en los que el Ayuntamiento de Pamplona se opone a esta variación, de modo que el papa Alejandro VII, en 1657, dispone que ambos santos se veneren igualmente como copatronos de Navarra.