Misa de Navidad 2022 y ofrenda floral

Misa de Navidad 2022 y ofrenda floral

Ante la Virgen Dolorosa

La Hermandad de la Paz y Caridad celebró el día 15 de diciembre, con motivo del tiempo de Adviento y Navidad,  la misa de Navidad en la Parroquia de San Lorenzo, sede canónica de la Hermandad donde se encuentra la Virgen Dolorosa.

La Eucaristía estuvo presidida por el párroco de San Lorenzo y contó con la participación de un número importante de Hermanos y Hermanas.

Al finalizar la misma tuvo lugar una ofrenda floral ante la Virgen Dolorosa que terminó con una oración por parte del Hno. Prior.

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ORACIÓN DEL HNO. PRIOR

«Aquí estamos una vez más contigo, Madre, ilusionados ante la llegada en pocos días del Niño-Dios, el Salvador. Caminas con José, un padre preocupado porque ve que pronto vas a dar a luz y no encuentra el lugar que te mereces.

Queremos darte posada, abrir nuestras puertas y recibirte alegres para que tu hijo nazca en las mejores condiciones, con las atenciones que toda madre desea para su pequeño, que sientas el cariño que te tenemos.

Pero te pedimos ayuda porque algunas veces ponemos candados y no dejamos entrar a nadie, no somos conscientes de las necesidades de los demás, nos encerramos en nosotros mismos, nos miramos al ombligo y nos refugiamos en nuestra propia comodidad.

Somos unos privilegiados porque sabemos que, a pesar de las dificultades, vas a ser Madre de quien da sentido a nuestra vida, de quien nos hace sentir la presencia viva de Dios, de quien nos va a consolar en los momentos de mayor dificultad. Que gozo más grande es sentiros tan cerca.

Ante la próxima Navidad queremos poner, Madre, bajo tu manto, a quienes ya no están entre nosotros, a los que vivirán en soledad el nacimiento de tu Hijo, a los enfermos y sus cuidadores, a todas aquellas personas que no podrán disfrutar de la llegada de tu Hijo, la entrada del nuevo año o el día de Reyes.

Por todos ellos rezamos ante Ti pidiéndote salud, fortaleza, ánimo y una fe más fuerte y comprometida con la que, bajo tu manto, seamos sembradores de ilusión y esperanza y también ejemplo de vida para los demás.

Vamos a vivir la Navidad, Madre, con intensidad y sentido cristiano, siguiendo tu ejemplo y abandono en Dios, dejándonos empapar de la llegada del Niño y adorándole desde lo más profundo de nuestro corazón.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios.»