Ante la Virgen Dolorosa, en la Misa de Navidad 2021
La Hermandad de la Paz y Caridad viene ante ti, Madre, con ilusión y esperanza por la pronta llegada de tu Hijo, el Salvador, nuestro Niño-Dios.
Estás buscando posada junto con José, porque quieres que tu hijo nazca con la comodidad y atenciones que toda madre desea. No te abren las puertas, va llegando la hora y aún no sabes donde podrás alumbrar a ese niño que todos esperamos.
Cuántas veces nos preguntamos qué sería de nosotros sin Él, sin su compañía, sin su cercanía y comprensión, sin su sonrisa y alegría. Que gozada es, Madre, saber que, a pesar de las dificultades, os vamos a tener cerca. Tú con El, dando sentido a nuestra vida y haciéndonos sentir la presencia viva de Dios, que se hace carne para salvarnos.
Llega una nueva Navidad, igual de extraña y distinta que la del año pasado, en la que tenemos que seguir cuidándonos para intentar frenar entre todos esta pandemia que nos asola. Hoy, a las puertas del nacimiento de tu Hijo, queremos acordarnos Madre de quienes ya no están entre nosotros, de nuestros mayores, de quienes van a vivir la Navidad en soledad, de los enfermos y de las personas que los cuidan, de los profesionales que están dándolo todo por ayudarnos, de quienes lo están pasando mal en su trabajo, de los sacerdotes que siguen atendiendo tantas necesidades espirituales y humanas y de todas las familias que este año tampoco podrán reunirse con normalidad para celebrar tu llegada, la entrada del nuevo año o el día de Reyes.
Por todos ellos rezamos ante Ti pidiéndote salud, fortaleza y ánimo para superar esta situación, y una fe más fuerte y comprometida con la que, bajo tu manto, seamos sembradores de ilusión y esperanza y también ejemplo de vida para los demás.
Vamos a vivir la Navidad, Madre, con intensidad y sentido cristiano, siguiendo tu ejemplo y abandono en Dios, dejándonos empapar de la llegada del Niño y adorándole desde lo más profundo de nuestro corazón.